Con la llegada de la Navidad las cenas de empresa se han convertido en las protagonistas indiscutibles de todas las conversaciones en el trabajo, grupos de amigos, equipos de fútbol e incluso en los gimnasios. Cualquier excusa es buena para hacer una cena y emborracharse con esa gente con la que sólo hacemos cosas sanas. Y es que, son tantas las cenas que se organizan en Navidad que a veces se pone en duda si en realidad hay suficientes empresas como para llevarlas a cabo.
Según un estudio, el año pasado se realizaron sólo en el mes de diciembre casi 3 millones de cenas repartidas por toda Argentina. Unos datos alarmantes teniendo en cuenta que el número de pymes no supera los 2 millones y medio, y eso suponiendo que todas hagan cena. ¿Qué nos dice el estudio? Que los argentinos estamos sacando cenas de empresa de donde no las hay, básicamente porque nos encanta la joda.
Varios de los encuestados reconocieron que a pesar de no estar trabajando también tuvieron cena de empresa: “Tenemos el mismo derecho a reunirnos que los demás. El año pasado hasta nos regalamos cajas navideñas mutuamente. Larga vida a las cenas en B“.
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